En el siguiente dibujo
esquemático podéis observar los dos tipos de sedimentos posibles que podríamos
encontrarnos en una suspensión.
El de la izquierda es el floculado: un tipo de
sedimento poco compacto y fácil de redispersar tras agitación. Esto es así pues
es muy esponjoso, con muchos huecos, debido a que se ha añadido agente
floculante (que en el dibujo viene representado como unas hebras que unen las partículas de sólido insoluble en el líquido). El sedimento
de la derecha es el aglomerado; éste se forma en suspensiones a las que no se
añade agente floculante, así el sedimento no es esponjoso, sino muy compacto y
difícil de redispersar tras agitación. Por tanto, es preferible añadir agentes
floculantes y obtener suspensiones en las que se pueda redispersar fácilmente el
sedimento con una simple agitación. El único inconveniente del floculado es que
se forma con más rapidez que el aglomerado, ya que la sedimentación se produce
por gravedad y en el floculado tenemos grupos de partículas (unidas por el
agente floculante) que pesan más que las partículas aisladas que podemos
encontrarnos en un aglomerado. ¿Cómo se soluciona este problema, es decir, cómo
podemos disminuir la velocidad de sedimentación y de formación del floculado?
Añadiendo al medio agentes viscosizantes.
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